Un segundo embarazo nos trae nuevas inquietudes, hoy me gustaría traerles algunas de ellas.
Para comenzar me gusta compartiles que lo que está sucediendo es una nueva gestación, nos encuentra con la experiencia de otro embarazo previo, pero con nuevos condimentos.
Nosotros como individuo y como familia, no somos los mismos que atravesamos un primer embarazo, ya hay otro integrante en la familia, “el hermano mayor”, y tenemos otra dinámica en nuestras rutinas. No todos los embarazos se parecen, la mayoría de las veces son muy distintos, inevitablemente el tiempo pasa, y nuestro cuerpo también cambia. La manera de resolver y organizarnos sufre alguna tranformación gracias a la experiencia adquirida.
Les voy a dar un ejemplo, en una primera gestación cuando teníamos sueño, nos recostábamos o teníamos hambre a cualquier hora, nos cocinamos sin mirar el reloj. Pero cuando hay otro niño en casa, no todos podemos disponer del tiempo para hacer una “siesta” o comer en cualquier momento, mayormente nos adaptamos a las rutinas de ellos. Dormimos y comemos cuando se puede.
Es por eso que es muy importante comenzar a organizar nuestros cuidados, reconocer que no estamos con el tiempo tan holgado y reorganizar un poco nuestro día.
Qué cuidados?
Los controles obstétricos, que no debemos dejar pasar.
No siempre nos recuperamos al 100% de un puerperio anterior, y necesitamos visitar a nuestro nutricionista, para corroborar cómo está nuestra alimentación y cómo suplementar lo que nos hace falta.
Escuchar a nuestro cuerpo, “tomar todo con un poco más de calma”, el cuerpo está trabajando para el bebé que está dentro del útero y a veces nos pide descanso o tan solo ir más despacio.
Las hormonas nos movilizan y también es importante darle lugar a lo que sentimos, más allá que el día parece que no nos da respiro.
hacernos de un pequeño momento para ser concientes de lo que se viene y disfrutarlo. Por ejemplo, alguna clase de meditación, un encuentro de gestantes, un buen baño donde puedas respirar solo unos minutos…la idea es conectar con este embarazo.
“Un paréntesis”, como puericultora no puedo dejar de hablar sobre la lactancia. En el caso de las familias en las que se está amamantando al hermano mayor, en el transcurso de esta nueva gestación, surge la inquietud de la “lactancia y embarazo al mismo tiempo” o “lactancia en tandem” (hermanos tomando la teta juntos). La evidencia científica nos dice que esto es seguro, (siempre y cuando no haya alguna condición médica que lo impida) y que depende de la decisión personal de cada familia. Si sienten la necesidad y toman la decisión de realizar un “destete” les recomiendo que se comuniquen con su puericultora, para que pueda acompañarlos en un destete respetuoso y contenido. No olvidemos, que está comprobado que la lactancia humana puede solventar las necesidades de cada hijo o de varios hijos al mismo tiempo.
Otro de los “condimentos” de esta nueva etapa, es contarle y compartirlo con el hermano mayor. Nunca vamos a saber cómo van a reaccionar, o como va a ser su relación. Son individuos con sus propias personalidades.
Siento que no hay una manera “correcta” de decirlo, pero si se me ocurre, el poder darnos el tiempo para “pensar” qué queremos comunicar.
Dependiendo con la edad, vamos a encontrarnos con diferentes respuestas o reacciones.
Muchas veces me preguntan, ¿qué pasa si no le gustó la noticia? ¿Qué pasa si dicen que no quiere? Sea o no lo que esperamos desus respuestas, validamos y “abrazamos”.
Los invito a reflexionar, y valorar la importancia de que puedan expresarse con sinceridad con nosotros. Ellos no decidieron traer un hermano al mundo, confiemos que la relación va a construirse con el tiempo. Es un nuevo desafío para todos, se trata un poco de más caos en casa, ¡pero de más amor! Me gusta decirles que el corazón se expande, que el amor se incrementa y se suma más amor a sus vidas. Este nuevo bebé no viene a reemplazar, sino que viene a sumar.
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