Relatos
Ser papás es una experiencia única...
tuve el placer de acompañar a muchas familias en ese maravilloso camino...
Si tenés ganas, te ofrezco éste espacio, para que puedas compartir tu experiencia de parto o de lactancia con otras mamás!
Siempre decimos que los relatos empoderan, gracias por compartirlo!!!
Me lo podes enviar a doulalali@gmail.com
Algunas familias se animaron a grabar sus experiencias:
Relatos
Vale y el nacimiento de Merlina
Llegamos a Lali buscando una profesional y al mismo tiempo una gurú espiritual que nos acompañará a sanar el embarazo de nuestro primer hijo. En ese embarazo tuvimos un final inesperado que nos dejó con muchos miedos. En Lali encontramos todo lo que buscamos y más. Nos ayudó a sanar y a ver todo lo que se presentaba en el embarazo con calma y serenidad. Como mujer me acompañó en todo el proceso siempre con una voz segura y esperanzadora. Después del nacimiento de mi primer hijo por cesárea quería vivir la experiencia de parir y Lali me sostuvo y me dió seguridad con fundamentos muy claros para que estuviera súper decidida para lograrlo. Del trabajo de parto podemos decir que fue una experiencia mágica en dónde prevaleció la alegría y la danza. Las sugerencias de Lali fueron reveladoras y transformaron los ojos con los que veíamos todo lo que iba sucediendo. En el parto saltamos varias barreras que imponían cesárea y cuando llegamos al momento sentí todo el poder de mi cuerpo. El poder del que tantas mujeres hablan. Pude parir a mi hermosa hija. Nuestro cuerpo es sabio. También el de nuestros hijos. gracias!
Valeria Knell
La llegada de Luna
Soy Yesica, tengo 38 años y tres hijos, dos varones y una niña.
Con cada uno de ellos tuve una experiencia distinta. Sin entrar en detalles, el primero fue por
cesárea (innecesaria), con el segundo parto vaginal (me hicieron episiotomía) y recién con el
último embarazo logré tener mi parto natural, respetado, acompañado como siempre lo quise
y como creo que debería ser para toda mamá.
Desde que supe que estaba embarazada por tercera vez sostuve que iba a nacer de forma
natural, sin intervención, ese era mi deseo profundo como mujer.
Estaba en un círculo donde encontrar a una Doula no nos fue difícil. Hasta el sexto mes me
atendí con un médico de súper confianza por privado. Mientras pensábamos en donde y como
tener el bebé. Hasta que entre idas y vueltas decidimos apostar por el Hospital Público, otra
vez, ya que el conjunto de ginecólogas era distinto al de unos años atrás. Muy importante
(también consejo de Laly) hablar sobre tu deseo de parir y del cómo.
Fue promediando los siete meses que dimos con Laly, nuestra Doula.
A partir de allí y con cada visita se afirmaba mi deseo y mi seguridad para enfrentar el parto,
siempre acompañada de mi marido.
Transcurrió el embarazo sin sobresaltos, hermoso (con los tres igual).
Cuatro días antes de la fecha probable de parto, comenzaron las contracciones. Como el
viernes había ido al lago, en principio pensé que era cansancio y dormí muy mal. Al sábado se
incrementó el dolor y supimos que ya estábamos encaminados.
Era un sábado de calor, hermoso día. Siempre en comunicación con Laly e incluso en un
momento su marido nos sacó una duda durante las contracciones!
Los niños ya estaban ubicados con la vecina, sólo restaba esperar… respirando.
La idea era transitar la mayor parte del trabajo de parto en casa para luego ir hospital.
Y así fue.
Cuando Laly llegó yo estaba en la bañadera, las contracciones se hacían cada vez fuertes. Laly
acompañaba tranquilamente mi proceso, haciendo masajes, trasmitiendo calma, sin apuros.
No pasó mucho tiempo cuando era momento de ir yendo, por suerte fui con Laly en su auto,
sino a mi marido le hubiese gritado de todo en cada pocito, je, él cuenta que nos iba siguiendo
con la música a todo volumen y feliz!
La noche hermosa, fresca, despejada, estrellada, ideal.
En el hospital “de rutina” me hicieron tacto, estaba de siete y faltaba romper bolsa. Me
dejaron en la guardia pensando que iba a tomarme mucho más tiempo dilatar para pasar
después a la sala de parto, pero no contaban con la experiencia de Mi Doula, porque las
contracciones seguían y Laly me dijo: tratá de agacharte…….y ahí arrancó!!! Sentí la bolsa
romperse y en ese momento es dolor agradable porque sabés que la contracción es un ratito y
se va para volver a la calma. Pero ese momento ya era hora de parir, es casi indescriptible con
palabras, es como salvaje, primitivo, alrededor nada te importa y querés que salga. Llegamos a
la sala de parto justo a tiempo. Y gritas y reís y llorás. Y te agachás… y salió. Nació tu bebé y te
reís y llorás y te abrazás (quizás te desgarrás un poquito, pero nada comparado con una
episiotomía o cesárea).
Fue lejos, el parto que necesitaba, el que deseaba, el que recomiendo. Pienso que en la
intimidad de tu hogar debe ser más que mágico. Pero así fue.
Súper acompañada por mi Doula, un hermoso trabajo. Súper acompañada por mi marido. Creo
que eso es lo esencial, estar bien acompañada, porque sabés que te van a cuidar y que vos sólo
tenés que conectar con tu bebé.
Luna nació a las 22.47hr el 29 de febrero del 2020, una hermosa niña que tanto esperábamos.
Agradezco a la vida y a Laly
La lactancia de Beltran
Hola a todas! Mi nombre es Julia soy mamá primeriza de Beltrán, a quien adoro con el alma. Sin embargo los primeros tiempos fueron duros y me resultó fundamental la ayuda y orientación que recibimos de Lali, a la distancia me explicó y me dio calma respecto a situaciones que se me generaron con la lactancia. Sobre todo el dolor!! Me dolia mucho al ppio. Pero ella me enseñó a mejorar la técnica! Y santo remedio! Él está creciendo fuerte y sanito y yo feliz de poder darle el pecho a mi bebé, disfrutando de ese hermoso momento de conexión entre los dos! Mi bebé lloraba muy seguido de noche y en eso tmb me orientó Lali en el colecho lo q mejoró mucho el sueño de ambos. Asique mamas o futuras mamas no abdiquen en la lactancia es cuestión de paciencia,amor.y perseverancia! No fue fácil pero tampoco imposible! Y como me dijo Lali pasa rápido lo molesto y las cosas se van acomodando. Beltrán ya está x cumplir dos meses y estamos genial! Toma teta cada 2 hs y crece sin parar. Un beso a todas y cuenten con Lali. Ella me sacó todas las dudas y eso me tranquilizó me ayudó a entender y me permitió disfrutar mejor de este momento tan especial. Les.aconsejo a participen a sus parejas de todo lo q Lali les vaya explicando. Eso tmb ayuda a que.la familia entera se vaya acomodando a todo lo nuevo...besos y ánimos a todas
Julia
Ro, la llegada de Ambar
El trabajo de parto empezó el viernes 13 de septiembre a las 2.00 AM, yo dormía, cuando de pronto un dolor abdominal penetrante me hizo dar un salto, y automaticamente pensé, "Es hoy".
Hasta el momento había tenido contracciones, pero ninguna así de intensa... Recordé las palabras de Lali, "Te vas a dar cuenta", ante mi temor a no enterarme de cuando comience el trabajo de parto.
Me quedé acostada, con mi mente expectante, y a la media hora aparecío otra. Comencé a controlar, y decidí, pese a la hora, escribirle a Lali para contarle lo que ocurría... A lo cual ella me respondió con un sabio consejo: "Tratá de dormir, porque esto viene para largo y vas a necesitar energía. Tu cuerpo ya te demostró que si pasa algo te va a despertar". Así que eso hice, dormí, y cada media hora, más o menos, me despertaba.
Hasta que se hicieron las 7 de la mañana, y una contracción muy fuerte acabo con mi descanso. En ese momento es cuando comenzaron a ser menos espaciadas, algunas cada 20 otras 15 otras 10', pero todas en espacios irregulares.
Me mantuve acostada hasta cerca de las diez, que vino Lali a controlarme; me mostró unas posturas, monitoreo los latidos de Ambar, y luego se fue, diciendome que la mantenga al tanto.
Y ahí quedamos, en nuestra casa (a la cual nos habíamos mudado hace solo dos semanas) Con Sebi, con Gatucho y Nelson (Mi perro) todos en familia; calentitos, con las cortinas cerradas, atravesando la situación pre-parto, en una atmosfera de intimidad, amor y contención. Yo me sentía más feliz y cómoda que nunca, pese al dolor de las contracciones, estaba llena de energía y bien estar, todo estaba ocurriendo como lo había soñado.
Cerca del medio día tomé una ducha, pensando que después no podría hacerlo porque probablemente tuviese que partir al hospital... asique con una contracción a cada movimiento, me relajé bajo el chorro de agua caliente y respiré profundo. Le dije a Ámbar que lo estaba haciendo muy bien, que estuviese tranquila y confiada, porque íbamos a trabajar juntas y pronto la tendría en mis brazos.
A las 14:52 hs tuve una contracción muy muy fuerte (todavía guardo el registro en el "Contraction Timer") que me hizo romper bolsa, me tumbe en la cama y sentí como si un globo lleno de agua se pinchaba en mi interior, una descompresión, seguida de un calor que invadía mi entrepierna, y al compas de una grito le dije a Seba: "Rompí booooooooolsa". La templanza de él me sorprendío y fascinó, me transmitió toda la calma que necesitaba en ese momento, porque me puse muy ansiosa ante la situación; pero él, me bajó a tierra y con toda paz me preguntó "Qué querés que haga?", mi respuesta fue: "LLAMA a LALI".
Y en cinco minutos (yo creo que se telestransportó) llegó.
Me ayudaron a pararme, me puse un pantalón, ojotas; Sebi agarro los bolsos, la pelota y partimos al hospital.
Solo pensaba en las contracciones y respirar, no tenía miedo, creo que nunca estuve mas conectada con el presente en mi vida, estaba viviendo el día más importante de mi historia.
Finalmente llegamos al hospital, cada paso era una contracción, asique caminando muy despasito entramos.
Nunca me voy a olvidar que estando a un par de metros de la puerta Lali me dijo: "vas a conocer a tu bebe!",y la emoción me invadió el cuerpo y el alma, en ese momento caí, y con unos lagrimones de felicidad dije "SI".
Dentro de la guardia me tactaron, y con unos ojos abiertísimos la doc. dijo a la enfermera: "Llamá a Caro", al ver esa expresión pregunté con miedo: "Qué, no dilaté?", y me dijo: "Si, está ahí". YA VENÍA!!
Empezaron las contracciones de parto, era una necesidad, y no podía contener las ganas de pujar. Lali y Sebi me hacían masajes (gracias a Dios, eso me ayudó un montón).
Ese día no había pediatra ni anestesista en el hospital, Lali le comentó a Caro "Llegamos justo" (haciendo referencia al viaje del anestesista y creyendo que se iba en un par de horas) y Caro le respondío por lo bajo "Ya se fue...". Yo escuché, pero estaba tan en mi mundo, que ni siquiera me preocupé; confiaba en mi cuerpo, confiaba en mi bebe y confiaba en la vida, sabía que todo iba a salir bien.
Entonces Caro me pregunto "Qué querés hacer?" porque era ahí o nunca la derivación a Bariloche (por supuesto que no iba a llegar ni a Puerto Manzano); Le dije que me quedaba.
Así que nos fuimos a la sala de Preparto, pujando por los pasillo y gritando como nunca, cruzamos a toda mi familia (mamá, papá, hermano, suegro, suegra) expectantes; pero solo estuvimos un minuto en la habitación, yo no podía más, ya venía, la sentía. Monitorearon los latidos y estaba perfecta, asique ahí si, me sentaron en una silla de ruedas y como un rayo volamos hasta la sala de parto.
Entramos y Caro me preguntó qué postura quería, no le respondí, solo me aferré al sillón de parto y empece a pujar parada.
Nos preguntó si habíamos llevado música y qué quería escuchar, a lo que respondí "NO QUIERO NADAAAA". De todas formas, puso una música tipo New Age y fue un grandÍsimo gesto, porque eso cortó con la vibra hospitalaria y me ayudó a centrarme. Sebi a mi lado, firme como un soldado, me sostenía y daba aliento.
Asi que seguí, gritando con toda mi alma, como un animal; pujando con todas mis fuerzas.
Parecía que no iba a salir nunca, sentía el ardor y gritaba frases como "ME DUELE", "POR QUÉ NO SALE!?", a lo que me respondian con mucha paz: "ya viene, no falta nada", "dale, lo estas haciendo re bien"... Y cuando creí que no podía más, me dijeron: "dale, está ahí, está ahí", exclamé: "NO ME MIENTAN MÁS!", y Caro repitió: "está ahí, tocala". Coloqué mi mano y sentí su cabecita tibia y humeda, y PRRRUM, eyección!!! Qué sensación más extraña, sentir la gravedad dentro y fuera de nuestros cuerpos, fue como una cascada de vida saliendo de mi, algo fascinante.
Me senté y ahí estaba, en mis brazos, tan chiquita, tan hermosa, tan perfecta.
Siendo las 16:39 Ambar salió al mundo, simplemente no podía creer lo que había hecho, lo que habiamos logrado; ahí estaba, después de tanta espera y esfuerzo; sentía que estaba soñando... El mundo entero se detuvo en ese instante, eramos solo ella y yo, contemplandonos, embriagadas de amor.
23/4/2020
Layla
Cuándo Lali me ofreció este espacio para contar mi experiencia de parto, tarde muchos meses en sentarme en la compu...
que difícil poner en palabras algo tan fuerte!
Ella me dijo que los relatos de partos o lactancias de otras mamás empoderan y eso si que es verdad!
yo me he empoderado con estos textos que están aquí y otros tantos que leí por ahí.
mi parto fue muy rápido, ya segundo bebé, con una triste experiencia anterior...
cuándo la conocí a Lali, fue un gran cambio, fue empezar a soñar con un parto... y siempre me dijo: "no hacemos borrón y cuenta nueva, simplemente tomamos esa experiencia, nos empoderamos y seguimos adelante y empezamos a proyectar este nuevo parto"...
y la verdad es que así fue, fuimos dejando los miedos atrás, fuimos caminando hacia un nuevo parto...
y llego el día.. rompi bolsa, lali llego volandooooo
y todos los miedos estaban ahi de nuevo... hasta que la mire a los ojos...
agradezco siempre el habernos cruzado, mi doulita loca y linda!
la paz que me dio su mirada y su voz fue única...
más allá de que siempre diga que tuve un partaso gracias a Lali... Y ella siempre me diga que YO fui mi parto, sigo con una sensación de que no hubiese sido lo mismo sin ella...
gracias doulita linda porque hiciste de las tuyas para que todo este perfecto...
porque me susurraste al oido lo que necesitaba
y porque soy feliz de que la primera que tocó a mi hija fuimos Lali y yo entrelazando nuestras manos...
Muy fuerte todo, muy intenso, muy animal, muy único!
animense a parir! a sentir! sean las mamiferas que son! Las abrazo!
mamá de Layla
Ana y Simón
Preguntas como... podré hacerlo? O como voy a recordar lo q aprendí en el curso de preparto, la info q leí ? Empezaron a aparecer el ultimo mes de embarazo, al cual había llegado con cansancio, dolores de todo tipo y mucha ansiedad.
Finalmente el día más importante de nuestras vidas llegó y aun no me explico de donde saqué la fuerza que mi cuerpo tuvo en esas 6 horas de trabajo de parto. Yo que soy una persona que no hace deportes, que estuvo dos meses de reposo, que soy vergonzosa y dudo a la hora de tomar decisiones... ahí estaba en mi estado más natural trayendo vida.
Fue un día de crecimiento para ambos como padres, la compañía de quien te quiere es fundamental para apoyarte en él física y mentalmente, y la confianza en los profesionales médicos es importante para sentirte segura y empoderada.. esos pilares los tuve y hoy puedo contar esta experiencia:
El sábado 15/10 a las 6.30 con 38 /5 semanas rompí bolsa (nuestros ojos de padres primerizos dudaron y luego de unos segundos cuando perdí todo el líquido estuvimos seguros lo que era). Nos preparamos para ir a la guardia donde rápidamente me ingresaron tomaron datos e hicieron tacto, no sentí dolor sólo la presión de la cabeza de mi bebé en la zona baja. La partera me comentó que al haber roto bolsa debía quedarme internada pero q tenía uno de dilatación y pocas contracciones, por lo que me colocaría oxitocina para iniciar las contracciones. En ese momento pensé que no era el trabajo de parto q había proyectado, me había preparado para estar en casa tranquila hasta la mitad del proceso e ir a la clínica. Pero ya estaba ahí, llegué a escuchar q decían que tendría a mi bebé en horas de la tarde recién. .
Nada me puso nerviosa, mi pareja me acompañó en todo momento y aun para ese momento tenía en mente todo lo aprendido en curso de preparto, las lecturas realizadas, los ejercicios de respiración y con la pelota...
Al pasar a la habitación las contracciones empezaron a ser más fuertes, el suero no me detuvo, parada en constante movimiento hicimos frente a cada dolor que abría el canal de parto y la inminente llegada de mi hijo, mi pareja me ayudó con la respiración y la partera con algunos masajes. La pelota pude usarla poco debido a que tenia dolor al sentarme (supongo que fue por haber roto bolsa). Lo que sucedía alrededor, ( como la entrada y salida de gente o las visitas de la otra internada) no me importaron, fueron cosas que me contaron luego de parir, xq yo estaba en otro lugar conectada con mi bebé haciendo un trabajo en conjunto.
A las 12 del mediodía llegué a 9 de dilatación y minutos antes de hacerme tacto me preguntaron si quería anestesia epidural a lo que dije que no, convencida que yo podía y que el dolor luego pasaría.
Ingrese a un quirofano con música y el apoyo de profesionales que me alentaron a seguir con el trabajo de parto, estaba cansada y las piernas me dolían pero solo pensaba en traer a mi bebé que luego de varios pujos, cambios de posiciones y palabras de aliento a las 12.30 hs llegó mi hermoso Simón al mundo.
Agradezco a mi obstetra, a los profesionales que ese día estuvieron en quirofano, a Lali y mi pareja por ser mis guías en esta experiencia en la que me encontré con una nueva yo, más fuerte y que sí puede.
Ana Montien mamá de Simón
Dani y su historia Feliz
Hola Chicas! Quería compartir con uds lo feliz y emocionada que estoy! Hoy mi bebé cumple 5 meses. Y desde anoche estoy muy emocionada. Recordaba q por las 2 de la mañana había roto bolsa... Y pensaba cómo cambio mi vida p siempre! Porque hasta ese momento era otra. Yo era otra mujer. Ser mamá me cambio y me hizo crecer a pazos agigantados! Ella dormía anoche y yo pensaba "hace 5 meses estabas haciendo fuerza para salir de mi panza y llegar a este mundo" No podía ni puedo aguantar la emoción cuando lo pienso! Y terminó naciendo casi a las 6 de la tarde. Pero el momento de "rompí bolsa" se recuerda con tanto amor como cuando la vi nacer. En estos 5 meses intenté hacer lo mejor que pude. Y hoy, después de visitar a la familia en otra provincia, me vuelvo a casa orgullosa y feliz por los halagos recibidos. Familiares y amigos (obviando los momentos de consejos no deseados o miradas diferentes de crianza q ya sabemos), no dejan de decirme lo simpática, sociable y tranquila que es mi beba!! Y yo feliz!! Orgullosa!! Qué importante lo que hacemos chicas y cómo se nota que hasta mi beba está acostumbrada a ver e interactuar (a su cortita edad) con otros bebés! Con otras personas... A pesar de estar tanto tiempo "en brazos de mamá" esa tranquilidad que tiene de saber que aunque esté con otras personas o en otros brazos MAMÁ ESTÁ.
Gracias Lali por haberme enseñado tanto sobre crianza respetuosa!!
Hoy festejo los 5 meses de mi amorcita súper feliz y sabiendo que hice lo correcto! Porque a pesar de las diferentes miradas, los mismos que me cuestionaron o me cuestionan como mamá, sorprendidos hoy me dicen qué sociable y simpatica es mi beba. No llora nunca...
Mi corazón vibra de felicidad!! Y lo quería compartir en esta ronda de mamás para que sigamos apoyandonos en la CRIANZA CON APEGO y porque uds también son parte de esto. Porque entre todas nos ayudamos. Nos apoyamos. El vernos y juntarnos con nuestros bebés no es sólo beneficioso para nosotras si no también para nuestros cachorritos!
No tendre los pisos más limpios, ni los placares ordenados, ni la comida siempre lista a horario... Ni los pelos bien peinados jajajja pero tengo una bebé feliz!!
Dani Balsas
Paula
Conocí a Lali a través d euna amiga, que se había atendido con ella... Escucharla por primera vez al teléfono me hizo darme cuenta que venía opr el camino correcto.
Tenía terror al parto y a la teta, muchos a mi alrededor me dijeron que dolía y que no era linda la experiencia. Es por eso, que llegue a Lali con una cesarea programada y mucho pánico a todo.
Algo que me hizo sentir muy feliz es que no me juzguen, ella enseguida me dijo que si era mi ellección iba a estar ahi para sostenerme la mano. Y que decirles que nunca me sentí sola, su apoyo incondicional me hizo animarme a pensar en un parto vaginal, y aunqeu no lo puedan creer, ni yo lo creo, LO TUVE. Lalita linda recuerdo como me abrazaste al llegar a casa, tus palabras, tu sostén, y en cada pujo estabas ahi para apoyarme. Y con la teta otro capítulo, fue un lujo, no me pasó nada de lo que me dijeron, la experiencia del parto fue tan increíble y a reptada que se mando mi gorda la pecho fue una prendida increíble, cuando Lali em contaba que podíamos hacer esto yo no lo podía creer! y si POST PARTO REPTO a mi teta! la gloria misma! chicas, ame leerlas en mi embarazo, por eso estoy aca hoy! espero que sirva mi experiencia! ojala todos puedan tener una Lal cerquita!. Y lalita terminá rápido medicina que te queremos en todo el proceso! te queremos! gracias inmensas por todo!
Naty
Llegue a Lali después de buscar días y días en internet. Había nacido mi segundo bebé y no podía establecer bien la lactancia. Con mi primera bebé había tenido durante 2 meses lactancia mixta, por suerte después pude volver a establecer la lactancia exclusiva. Cuando nació mi segundo bebé creí que todo iba a ser más fácil pero no. Otra vez pezones agrietados, probaba diferentes posturas y no había caso pero no le iba a dar por vencida! Vivo en Ushuaia y no hay puericultoras.. Encontré en Facebook a Lali quien apenas le conté lo que estaba atravesando me dio su teléfono y me dijo que le escribiera cuando quisiera. Ya eso fue como un alivio.. alguien estaba dispuesta a escucharme y entender por lo que estaba pasando. Le conté que me estaba pasando y ahí muy interesada me hizo alguna si regueras (si el bebé tomaba solo teta, si estaba todavía internada, si el bebé nació a término) y ahí empezó con los audios. Una voz dulce, amable, me explico un montón de cosas, paso a paso, muchos tips. En si era lo que venía haciendo pero necesitaba ese apoyo que no encontraba, esa tranquilidad. No conozco a Laly en persona, me ayudó desinteresadamente demostrándome que ama lo que hace y que se interesa muchísimo con mucho amor y paciencia. Me dijo mil veces que le escribiera cuando lo necesitara sin importar día ni horario. Después de escuchar varias veces sus audios con esa voz de taaanta ayuda me relaje mucho y logramos establecer la lactancia sin dolor. Es muy importante saber pedir ayuda a tiempo. Todas podemos dar la teta si realmente estamos interesadas.
Agradezco de corazón haberme cruzado con Lali.. gracias a ella llevamos 4 meses de lactancia exclusiva 💕
Natalia
Oliverio
stamos viviendo la Semana Mundial de la Lactancia 2019 y me siento atravesada por tantísimas sensaciones...
Hace unos días hablamos con Lali y me dijo algo que me decidió a escribir estas palabras: aunque no lo creas, siempre hay alguien a quien le va a servir lo que vos tenes para decir.
Así que, aquí estamos.
En este momento tengo a mi bebé Oliverio de casi 3 meses en el fular durmiendo plácidamente una siesta. Tomó teta unas cuatro veces durante la noche y por momentos estuvo prendido sin tomar leche, simplemente ahí, con lo único que pareciera alejarle todo malestar y preocupación: la teta de mamá. Otras veces simplemente apoya su carita en una de mis tetas (sí, duerme conmigo) y si le doy la espalda un ratito se las arregla para terminar hecho una bolita en mi nuca.
Pero no siempre fue así.
Oliverio nació por una cesárea de urgencia, por un pico de presión que tuve estando afortunadamente en el hospital. Ese día había ido para hacerme el control de las 36 semanas, recién empezaba mi licencia en el trabajo y estaba lista para descansar a mis anchas, quería llegar a mi parto con energías. Pero no. Mi control era a las 14 hs y él nació a las 18.49... en menos de 5 horas los planes que tenía para la mayor aventura de mi vida se dieron vuelta. No fue fácil. El peque nació con 2.310 kl y a las 48 hs, cuando nos fuimos del hospital, estaba en 2.100. Dos días después tuvimos su primer control de neonatología: estaba pesando 2 kl.
Esos 4 o 5 o 3 primeros días (es todo un mar de imágenes confusas cada vez que intento recordar) fueron muy angustiantes. Luego del primer control, teníamos claras dos cosas: nos estaban por indicar leche de fórmula; y Oliverio no podía bajar ni 10 gramos más, porque de ser así lo internarían en neonatología.
Sumado a esto, por toda ayuda el neonatólogo nos miró con gesto reprobador cuando le dijimos que para tratar de despertarlo y darle la teta le contábamos, entre otras cosas. Nos indicó que para lograr que comiera le apretáramos el talón "PERO NO COMO UN MIMO, TENES QUE HACERLE DOLER".
El papá de Oli y yo, en casa desesperados porque el bebé dormía como una marmota, lo intentamos. Lógicamente lo único que conseguimos fue un bebé de 5 días llorando en nuestros brazos, que en cuanto se calmó... siguió durmiendo.
La cantidad de cosas que intentamos esos días para despertarlo, en serio, nos faltó tirarnos el bebé el uno al otro como si fuera una pelota. Sonidos, luces, "molestarlo", cambio de pañal, bajar la calefacción, saltar mientras tomaba la teta porque tenía que evitar a toda costa que se durmiera de nuevo...
Así, en algún momento dije BASTA. Le escribí a Lali, nuestra doula y puericultora y le pedí que nos asesorara y acompañara en empezar a reforzar la alimentación de Oli. Y ahí empezó la aventura de la jeringa. Dentro de los métodos que se sugieren la jeringa no es el primero (conviene cuchara o vasito para que los peques no confundan con la teta) pero lamentablemente no teníamos a Lali al lado para enseñarnos. Nos prestaron el sacaleche manual, nos compramos las jeringas, y arrancamos. Ese capítulo tuvo de todo. Por un lado el bebé estaba recibiendo bien todo lo que le dábamos, o sea: estaba vital. Comía completamente dormido, pero no rechazaba nada, y de pronto desapareció el meconio y apareció la esperada caquita normal y dorada de bebé lactante (sí, hasta la caca puede ser buena noticia a veces!). De todas maneras finalmente nos ndicaron leche de fórmula, 30 ml cada 6 horas (hace unos días leí que el estómago de un recién nacido tiene el tamaño de una cereza).
De a poco, Oli empezó a subir de peso. Gramo a gramo, con números dispares y de a poco. Su primer mes tuvimos que salir de casa entre 3 y 4 veces por semana para llevarlo a los controles. Unos abuelos amorosos nos iban a buscar y nos llevaban luego a casa. Algunos días era pura algarabía, otras veces dentro de ese auto iba toda la tristeza del mundo. Yo me repetía las palabras de Lali: se puede. Son sólo unos días. Es para recuperar el peso de nacimiento y seguís sólo con teta... Reconozco que me costaba creerlo.
Es que después de la cesárea tan traumática, sentía que no podía. Sentía que yo era insuficiente para alimentar a mi bebé, que esto sólo me estaba pasando a mi. A veces tardaba media hora en lograr que cayera la primera gota de leche en el sacaleche. Me ayudaba pensar: es para mi bebé. Es para que se alimente de mi leche. Es mi amor por él.
Luego de unos diez días más o menos, una de las neonatólogas me sugirió duplicar la cantidad de fórmula. De 4 veces por día, pasar a 8. Ese día lloré en el consultorio. Le dije que hacer eso era despedirnos de la teta, que ya de por sí el bebé tomaba poco... fórmula cada 3 horas era una locura. Nos dio la chance de esperar 24 hs más y volver a pesarlo. Ahí fue donde cambió todo. Ese día el peque se pegó una subida de más de 50 gramos, para los números que veníamos manejando era un montón. Ahí sí.
Empezamos a cantar y bailar mientras le daba la teta. A verlo dormir en la teta. A pasarlo a la otra cuando terminaba una. Con el tiempo llegaron sus miradas, sus manitos tiernas sintiendo mi piel, descubriendo.
Y creo que por ahora dejamos esta historia acá.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para Lali. Y para las mamás que pasan por algo así, mi abrazo y todo mi aliento.
Si sos mamá y estás pasando por algo así, o si estás esperando un bebé, recordá: si queremos dar la teta, se puede. No porque sea fácil. No porque sea arte de magia.
Es desaprender la imagen idealizada de la lactancia y saber que a dar la teta, como todo lo nuevo en la vida, se aprende.
Es tenacidad, mucho acomañamiento, información actualizada y amor.
Que viva la teta!!
Camila Candino mamá de Oli
Oriana
Buenas! mande mi texto por mail y lo dejo por acá, no se como funciona jiji
Quería contar mi historia de lactancia... mi primer lactancia funcionó a la perfección y mi segunda lactancia fue todo distinto ajjaja
Me rehusaba por completo a que algo no este funcionando como antes... con mi primer hija todo fue fácil desde el primer día nunca tuve inconvenientes con la teta... y con el gordo todo andaba mal, grietas, mastitis, bajo peso ...
Mi pediatra me pasó el celu de Lali, y ahí todo empezó a cambiar, me bajo diez cambios de locura que tenía jiji
Demasiada calma tiene Lali y yo demasiado enchufada!
Basicamente nadie había revisado la boca de mi bebé, y cada día me lastimaba más :(
Cuando Lali me escuchó al teléfono vino de inmediato a casa... la vio unos segundos a la teta y me pidió permiso para revisar su boca . Y ahí estaba la situación, un paladar raro, distinto, que hacia que el acople fuera distinto. Hicimos unos ejercicios y en 48hs ya estábamos mejorando a pasos agigantados!
y al mes ya estábamos con lactancia materna exclusiva..
Mi pediatra me había hablado muy bien de Lali, pero al conocerla entendí que su labor no fue solo aplicar la técnica correcta, sino su contención!
gracias por el aguante de muuuchas noches que te volví loca!
Ori
Lia
Hola chicas! quería contarles que tuve por suerte una experiencia hermosa! esta es mi segunda experiencia con la teta, pero la primera no fue del todo positiva, estaba un poco angustiada y sin muchas expectativas con respecto a mi teta y menos a mi parto.. Conocí a Lali a través una amiga que tuvo una lactancia exitosa, y me dijo que no me pierda la oportunidad de tener una puericultora, busque y busque pero no encontraba lo que necesitaba hasta que hablé a lali y le pedí que me atienda a distancia. Y no solo fue mi puericultora sino mi doula desde entonces... que lindo fue compartirnos! tenerte del otro lado sin hacerme notar las distancias! estuviste por skype en nuestro parto y eso no nos vamos a olvidar nunca! madrugada y vos conectada bancandonos!!! prometo que vamos a ir a darte un super abrazo en algún momento! gracias por el mega aguante! Lucas, Maru y Lia
Un largo camino
Nosotros tuvimos una experiencia larga que lali no dudo en acompañar, desde una búsqueda intensa, un embarazo con muhas complicaciones y un comienzo de vida complicado para nuestro pequeño, hoy ya en casa después de un mes de todo este torbellino queríamos compartir nuestra historia, a veces las cosas son dificil pero llegan, hoy podemos decir que beni está a upa, que estamos llenos de amor, que está prendido a su teta día y noche, y Lali tu acompañamiento en momentos tan duros eran las palabras mágicas que necesitabamos para confiar en nosotros!
y también queríamos agradecerte porque sabemos que mientras nos acompañabas estabas atravesando tiempos complicados, y nunca dejaste de atendernos a cualquier hora y con una dulzura en tu voz que nunca olvidaremos!
te abrazamos fuerte! Flia Luehpe
Juan
Lali! Tardamos pero acá estamos! nosotros tuvimos una experiencia maravillosa gracias a tu compañia, no sabiamos bien que hacía una doula cuando te conocimos y después no parabamos de hablar de nuestra querida doula!
gracias por empoderarme! por hacerme entender que mi cuerpo podía, que mi cuerpo sabía! yo tenía muchas dudas al respecto, y siempre te voy a agradecer por este camino juntas! el día del parto yo te decía gracias Lali y vos me decías todo el tiempo: "soy tu herramienta, yo no estoy haciendo nado, tu cuerpo sabe!" y la verdad son palabras que me resuenan en el cerebro cada tanto... gracias por tanto! te queremos mucho
Lula Martinez mamá de Juan
Sofi y Benja
Lali queremos agradecerte por tu amor y dedicación, tu curso fue súper práctico, y disfrutamos mucho yendo a tus clases, realmente nos hiciste sentir que no estábamos solos
Y también agradecerte tu contención durante el parto, por tu inagotable paciencia, siempre con palabras positivas y recordándonos lo hermoso de lo que estaba sucediendo a cada paso
Sofi mamá de Benja
Carito
Aprovechando la semana internacional de la lactancia, nos animamos a pasar por aca! Comenzamos con un embarazo maravilloso, un parto bueno, pero una lactancia en crisis!
Fuimos de maravilloso a crisis! Pasé por dos asesoras de lactancia, una partera, una pediatra y dos doulas expertas en lactancia...y no lograbamos que mi pediatra se sienta cómoda con la interacción ... (mi gorda seguia bajando de peso y esto significaba volver a NEO)
Una amiga que ya tiene dos hijas que tomaban la teta me recomendó a su pueri, Lalita. Y ahi arrancamos con el camino... Lalita no estaba en mi provincia pero ella inmediatamente me calmó! Armó su larguisima historia clínica (esto le encantó a mi pediatra jajaj) me pidió hablar con mi pediatra y empezamos a trabajar en equipo. No les voy a decir que fue enseguida, porque no lo fue, pero día tras día fuimos creciendo y aprendiendo... la primer semana logramos que la pediatra espere para la internación y probamos todo lo que nos dijo Lalita (muchas ya habíamos probado, pero nos faltaba un condimento: empoderarnos!)
Lalita nos decía que todos los consejos antes recibidos por las profesionales que nos habían acompañado eran sumamente válidos, pero nos faltaba creer!
Confiar en nosotros como equipo (bebe y yo)!
y la verdad que ahí empezó a cambiar la cosa!
ella nos decía todo el tiempo : estamos para sostener no para hacer magia, la magia son ustedes! y esto me quedó en la cabeza! la verdad que así fue, no hicimos nada nuevo, solo confiamos! y así empezó a subir la gordi!
Siento que a veces no creemos en nosotras y nuestro cuerpo tiene la respuesta!
Lalita fue hermoso conocerte, gracias por empoderar nuestra lactancia!
La mamá de Carito
Verito y la llegada de Aby
Siempre en mi vida busque controlar mis experiencias. Y hasta el momento del parto no sabia lo que era soltar. Realmente soltar las expectativas. Despues de 28 horas de un hermoso trabajo de parto, como habia arreglado con mi ginecologa y como habia aprendido en mis clases de gym preparto, sin canalización, con pelota, ejercicios, respiración, y hasta un baño de agua caliente. Todo ayudo a sentir como mi hija iba abriendo camino lentamente, a nuestros tiempos. Hasta que llego el momento de ir a quirofano...recuerdo que queria ir caminando, yo estaba en otra, porque sabia que iba a salir de ahí con mi beba, en camino me encuentro a toda mi familia, iba saludando feliz como si fuera a una primera cita.
Recien en quirofano acedí a hablar con el anestesiologo que le plantíe mi miedo a las agujas...y con mucha paciencia me explicó detalladamente el procedimiento de la Epidural. La verdad que el me garantizó que no me iba a doler, que iba a estar todo bien con la gorda, que despues del cansancio de largas horas accedí. Sinceramente grite mas por el frio del liquido para desifectar la espalda que por el dolor. En definitiva no duele nada...estuve conciente de sentir dolor y nada. Derepente magicamente pasaron los dolores...pude retomar fuerzas, tomar agua, estar con mi marido en todo momento, buscar la posición para parir...ect. Pero las pulsaciones de la bebe no sonaban bien, con mi marido, escuchabamos como iban bajando de acuerdo a la posicion que me ponia para parir y eso al menos a mi me preocupaba de sobremanera. Esperamos 4 horas mas adentro y sin exito...y si veiamos que bajaba las pulsaciones. Tuve cesárea finalmente creo que por algunas razones totalmente validas y decidido por a doctora, mi marido y yo. Después de transitar un embarazo que hasta ultimo momento iba a ser parto natural. Pero me encontré con una parte mía que necesitaba mucha sanacion. El querer controlar hasta lo “natural”. El aceptar que hay cuestiones en la vida que están mas allá de nuestro deseo, o como lo planeamos. En menos de 15 minutos mi gorda estaba a los gritos pelados, hizo que retomara nuevamente fuerzas...la Neo me la puso inmediatamente a la teta y ahi supe que mi china como le dije, estaba muy bien. Algo que no voy a olvidar es que pudimos estar con mi marido juntos en todo momento Desde aquel mismos instante Abi y el papá se volvieron inseparables, ya que la Neo tambien hizo que oliera a su papá. Y de esa forma también lo fue, ideal.
Porque hoy, viendo su sonrisa, su forma de ser tan tierna pasaría una y mil veces por el mismo momento.
Pero con esto no estoy queriendo mostrar algo ideal. Sino real.
Ser mama no es fácil, es hermoso. Pero es el trabajo mas intenso al que nos aventuramos como mujeres.
Es correrse del papel principal en la vida de una, para que una miniatura venga a revolver todo con tanto amor.
Una misma se desconoce en muchos momentos. De repente surge una perseverancia, una paciencia inmensa. Y de repente un llanto desbordado y una fragilidad muy grande.
Sin dudas esta experiencia la viví muy naturalmente por las charlas interminables con mi doula Lali. En las clases encontré un espacio donde se permiten, las dudas, los sentimientos encontrados, los miedos y el "yo podré???" Pero poco a poco, clase tras clase fue surgiendo una mujer que la desconocia. Gracias Lali por cada palabra y cada aliento...!!!
Verónica García
Aventura de Karen
Hola chicas! Mí experiencia fue hermosa, Lali, nuestra Doula nos acompañó todo el tiempo... Desde el ultimo trimestre que la conocimos cambio nuestras vidas e inevitablemente nuestra percepción de la ma-paternidad!
El parto inicio un poco antes de lo previsto... La llamé a Lali porque no me sentía bien, y ella enseguida llego a casa, al verme automáticamente llamo a mí doc y le dijo cómo veía ella el panorama y vino el doc enseguida... Y de ahí arranco la aventura... Fuimos a la clínica y agradecida a todos por cómo nos cuidaron y abrazaron...
Lali no tengo palabras para explicar mí agradecimiento a tu mirada de paz, a tu voz, tus palabras de aliento...y ni hablar a tu detección temprana de qué algo estaba raro... el doc nos dijo que si no fuera por tu observación, todo no hubiese salido tan bien, agradecio mucho tu llamado en el momento justo!!!
Gracias x ayudarme en mí primer teta! (Estaba aterrada x este moemto) gracias por acompañar a mí familia intensa que te volvió loca a preguntas ... Gracias! Abrazos de todos!!! No te vas a liberar de nosotros tan pronto!
Toda la fliaaaa!
Karen
Con órden de desalojo
“Con orden de desalojo”
Desde que me enteré que estaba embarazada, imaginé mi parto; cómo quería que fuera, obviamente respetado, de forma natural, si podía evitar la peri mejor! Pero si hay algo que Pía me enseñó desde la panza, es que los tiempos y las reglas ya no las manejaba yo…
Pía nació de casi 41 semanas, por inducción. No fue la decisión más grata que tuvimos que tomar, ya que queríamos que fuera ella la que eligiera el día en el que quería nacer, pero yo ya había empezado a tener algunos miedos y junto a la ansiedad de conocerla, sabía que no tenía la calma para poder ayudar a que se desencadene el parto de forma natural… Así que con mi marido y con la doc decidimos que el 29 de diciembre fuera el día en que la gorda llegara al mundo. Y si de algo me voy a acordar, es de las palabras de aliento que me dijo Lali, ya que me sentía un poco angustiada por “desalojarla”.. Me dijo que confiara en mis instintos… Las palabras justas que necesitaba oír, o mejor dicho que me recordaran, para saber que todo iba a estar bien y disfrutar del tramo final del camino que nos quedaba para conocernos al fin con Pía.
Así que ese día a las 7 am nos internamos en la clínica para arrancar con el trabajo de parto. Me hacen el primer tacto… 1 cm de dilatación! Nadaaaa…. Estaba re pancha la gorda… Aunque el dato esperanzador era que estaba bien posicionada para salir… 7.45 me ponen el goteo y tanto me concienticé de que a la tarde ya iba a estar con Pía en brazos, que enseguida empecé a sentir las contracciones… y yo que tenía la preocupación de si las iba a sentir jajaja… Al principio eran muy seguidas y cortitas… (obviamente iba controlando con la aplicación del celu) así que me regularon el goteo para conseguir que las contracciones tengan una duración de entre 50 y 60 segundos aprox.
Me trajeron la pelota, estuve un rato pero después no me sirvió de mucho, no lograba calmar la contracción, así que mis posturas fueron parada “bailando” y en cuclillas, no sé por qué pero cuando venía cada contracción me daba por cantar, bah más que cantar era tararear algo, ni siquiera era una canción en particular, que hoy por hoy es lo que le tarareo a Pía cuando quiero consolarla en sus cólicos.
A las 12.30hs me hacen el segundo tacto y gracias a Dios, ya estaba con 6 de dilatación, así que acomodaron todo para que fuera a la sala donde iba a ser el parto, para poder seguir haciendo el trabajo ahí, junto a mi marido, ya que en la habitación estaba una mami ya con su bebé y hacía un calor infernal… la verdad que esa fue la peor parte, el calor de la habitación!
Me llevaron en silla de ruedas, que la verdad fue un error porque estar sentada cuando viene la contracción es terrible… jajaja… en la sala, más fresquita seguí haciendo el trabajo, junto a la música que había seleccionado para ese momento, cada vez más intenso. Lla llegada de Pía era inminente, sabía que quedaba muy poco, pero como fue tan rápido todo el proceso e intenso, sentía que no llegaba, estaba muy cansada, necesitaba aunque sea que frenaran las contracciones por 5 minutos, pero como eso no era posible, muy a mi pesar, pedí la peri para poder terminar el trabajo. Por suerte, o no, el anestesista estaba cerca, porque en la otra sala había otra mami en la misma situación que yo… Pedí que fuera leve, no sé si se puede pedir la intensidad de la anestesia ya que de la peri ni me informé porque mi idea principal era no usarla, pero bueno, ya me había dado que las cosas no se pueden manejar mucho cuando ya estas en plena acción, que una va haciendo las cosas como se le presentan, pero lo bueno es que por parte de los profesionales (enfermeros, parteras, obstetra) siempre fue con respeto y por decisión nuestra, nadie se impuso con alguna idea loca.
Sinceramente, en ese momento comprendí por qué piden tanto la peri jajaja, seguí sintiendo las contracciones pero sin la intensidad que venía sintiendo, y las piernas seguían activas, aunque estuviera acostada… No sé si a causa o no de la peri, las pulsaciones de Pía empezaron a bajar y me tuvieron que romper la bolsa antes de que llegara mi obstetra para que se recuperara, en ese momento todo fue muy rápido y creo que hay detalles que no me acuerdo… es increíble lo que se vive… Por un momento estuvo por entrar otro doc para asistir mi parto, porque mi gine no llegaba y ya empezaba a pujar, ahí si casi me vuelvo loca, porque justo ese doc no me cae bien, así que ya estaba por decirle a mi marido que lo saque de la sala cuando escucho por atrás el “ahí llego, ahí llego” de mi doc, jajaja… Alivio total! Sino llegaba, prefería que la partera me asistiera, total están más que capacitadas para traer a los babys al mundo!
Y ahí empezó el verdadero show, pujar, recordar en un micro segundo todas las charlas en la que Lali y Diana (ex partera del hospi) nos habían dicho que la fuerza del pujo era como la fuerza que hacemos para ir de cuerpo, y también recordar que una de las chicas que hizo el curso pre parto con nosotros, dijo que se había brotado por hacer la fuerza con la cara… así que me concentré y pujé, con tanta buena suerte que pujé bien…
No recuerdo bien, si fueron 5 ó 6 pujos los que hice hasta que salió Pía, pero en las últimas, Vale, mi obstetra, me pregunta: “Caro, cómo queres parir?” y amé que me preguntara eso, porque en ese momento iba a cumplir con una de las cosas que me había mentalizado… QUERÍA PARIR EN CUCLILLAS, así que me preguntó cómo estaba de piernas, la verdad que las sentía bárbara, es más estiré la pierna derecha para mostrar que estaban óptimas y casi le saco los anteojos a la neonatóloga, jajaja… así que en seguida me acomodaron la camilla y mi marido sosteniéndome de un lado y la partera del otro, pude ponerme en cuclillas y así llegó Pía, a las 14.42hs… Como me lo había imaginado! El momento más increíble de todos… Con sus ojos gigantes mirando todo y su terrible parecido al padre, que me sorprendió muchísimo, porque para mi siempre los recién nacidos se parecen a todos los recién nacidos, nunca se parecen a algún padre, bueno en este caso, el parecido era impresionante jajaja…
La agarré con todo el amor del mundo, hiper emocionada y me la puse en el pecho para tener nuestro momento de apego! Ya habíamos arreglado con Valeria que esperara hasta último momento para cortar el cordón, y así fue, y mientras estaba embobada mirando a mi gorda, escucho que Vale dice “alumbramiento espontáneo”, así que salió la placenta en seguida y nos la mostró para que veamos que salió perfecta… Muy loco verla! Jajaja
Ya en la habitación con mi hija en brazos, me quería ir a mi casa, ya estaba, había conseguido lo que quería, estaba tan feliz y eufórica que ni me acordaba que tenía la peri, jajaja… Solo quería estar con ella! Solos los tres!
Hoy Pía tiene un mes y 19 días y está hermosísima, gracias a Dios y la guía de Lali, estamos a full con la teta, hacemos colecho, crianza con apego, soy una feliz mamá canguro, amamos el porteo, también el papá es canguro, hace unos días se animó a portearla, quedó todo contracturado por los nervios y miedos que se cayera pero feliz. Y como nos dijo Lali, un par de veces, después de tener un hijo te das cuenta que no entendías nada de la vida… que toda preocupación antes de tener un hijo queda totalmente al margen y lo único que queres hacer hacer es amarlos, cuidarlos y hacerlos lo más felices posible!
No me canso de mirarla y de agradecer a la vida por darme este pequeño gran milagro!
Gracias Lali por toda la contención, ayuda y palabras que nos has brindado y seguirás haciendo ahora en la crianza!
Carito Melinton mamá de Pía
La llegada de Guille
Relato de nuestro parto…
Es verdad, las mamás tenemos ese don de presentir cuando será el gran encuentro. Ese momento en el que no queremos dejar de tener panza y al mismo tiempo deseamos conocer la carita de nuestro pequeño retoño.
Podemos intuir cuando será el día en que ambas (mamá y bebé) sintonicemos y hagamos fuerza para lo mismo. Con el mismo objetivo: conocernos, descubrir nuevos olores, mimarnos, abrazarnos,enamorarnos y amarnos toda la vida.
Mi primer parto, fue maravilloso, acompañado de mi pareja, mi familia y mi doula Lali, una súper compañera en el lapso que seria, hasta ese momento el más importante de mi vida y digo “que sería” en tiempo pasado, porque gracias a dios no fue el único, porque fui mama por segunda vez y volví a enamorarme de nueve maravillosos meses y a redescubrir la experiencia de parir, acompañada nuevamente de mi pareja, mi doula que a la distancia no me abandono en ningún momento ( porque ya no vive en Ushuaia) y de mi familia que ahora además cuidaba de mi primer hija, con quien nos separábamos por primera vez en sus tres años de edad.
El sábado 27 de octubre a la noche fuimos a comer un asado a la casa de mi papá, Guillermina (nombre actual de mi bebe pequeña) se mostraba muy inquieta mientras yo comía mucho corderito! Creo que ambas disfrutamos de aquella exquisitez.
A las 00.30 hs madrugada del domingo 28 de Octubre volvimos a casa, la hermana mayor dormida, asique fue la primera en acostarse en la cama y nosotras despiertas, por un corto rato los movimientos dentro de la panza, que en unos minutos no tardaron en desaparecer, asique aproveche a dormirme profundamente.
Pero de repente, así como si nada, a las 4.30 hs de la madrugada me dieron muchas ganas de ir al baño, me levante, fui al baño y volví a acostarme, con pequeñas molestias que no podía definir bien.
Le escribí a Milagros, la doctora con la cual planificamos el parto, y en el masajito de texto enviado, (ella estaba volviendo en un vuelo de Bs As- Ushuaia, el cual llega a las 8,15 hs) le adelante que presentía que no alcanzaría a ayudarnos porque había llegado el momento.
Cuando volví a la cama, intente dormirme, pero las molestias continuaron, cerré los ojos, le pedí a Guille que aguantáramos un par de horas más. Yo estaba muy tranquila también presentía que iba a pasar el más lindo de los partos.
Me levante una vez más para ir al baño, y comencé a intuir que debía organizarme porque pronto llegaría el momento. Le avise a la abuela Marta (mi mamá) que creía estar con contracciones y que estuviera atenta porque pronto llevaríamos a Amelie (la futura hermana mayor) para ir nos a la clínica.
Me metí a bañar, junto al papá comenzamos a controlar las contracciones y ya eran cada dos minutos y medio pero irregulares. Le escribí a Lali, y rápidamente me contesto, comenzó también a acompañarnos en este recorrido, ella me pidió que tomara el tiempo de las contracciones, me pregunto detalles de cómo me sentía, me transmitió seguridad y confianza, me alentó a continuar tranquila porque todo iría bien.
Creo que fisure bolsa, me vestí, ordene un poco la casa, hice la cama, abrí cortinas, le pedí a Diego (papá de Guille) que bajara del entretecho la bicicleta que le regalaríamos a Amy cuando nos visitara en la clínica y luego, cargo los bolsos, la bici, puso a Amy en el huevo y la subió al auto, también subió la pelota grande y a las 5.50 nos fuimos hasta casa de la abue Marta.
Al llegar las contracciones eran más regulares, asique me senté sobre la pelota, mientras acostábamos a tu hermana en la cuna, Diego insistía en irnos a la clínica, pero yo quería esperar un poco más. Asique en constante comunicación con Lali, ella me sugirió ir yendo.
Yo estaba muy tranquila, los dolores eran soportables, estaba segura que podríamos transitar este momento también de una manera muy feliz como lo hicimos en el primer parto. Nos habíamos preparado para ese encuentro, durante el embarazo hicimos ejercicios con la pelota, conversamos mucho sobre ese período, imaginamos situaciones que nos podían encontrar desprevenidas y buscamos soluciones, nos sacamos todas las dudas con nuestra Doula y con la médica y partera.
6.10 hs de la madrugada, me despedí de Amelie con súper un beso, sabía que la extrañaría demasiado, y que también ese sería un gran día para ella, la primera experiencia de dormir con los abuelos, una etapa que también superaría. Abrace a la abuela Marta, que en esta oportunidad ocuparía un rol fundamental, porque si bien no podía acompañarme físicamente a la clínica, se quedó al cuidado de mi mayor tesoro y eso fue suficiente para mí, porque estaba tranquila que sería una súper compañera para mi peque.
Y así, con tantos sentimientos encontrados nos fuimos a la clínica, con Diego y mi papá.
Al llegar me agarro una contracción muy fuerte en el auto, luego baje rapidísimo, le avise al chico de mesa de entrada mientras iba caminando hacia la sala de guardia, que estaba con 39 semanas de gestación, que tenía contracciones cada dos minutos.
Durante la caminata le explique todo y el chico corría detrás del mostrador a buscarme para llevarme hasta enfermería. Llego la primer contracción dolorosa, en el pasillo de la clínica, asique me subí a la pelota, respire profundo convencida que pasaríamos este dolor de la mejor manera posible, entonces pasó…pero ya comenzaban las ganas de pujar y yo estaba segura que pronto Guillermina estaría entre mis brazos.
La segunda contracción fue en la guardia de enfermería, sobre la pelota, mientras el enfermero me preguntaba: nombre, apellido, grupo y factor, y mientras le respondía (entre las molestias, de apertura de caderas, guille que ya estaba lista para salir por lo que se estaba encajando supongo) le pedí que llamara a alguien porque yo empezaba a pujar.
Guille y yo sabíamos que no había mucho más tiempo, que era el momento, asique el enfermero se paró empezó a llamar a la partera Valencia, y también llamo a Karen S., que era la médica que nos atendería si Milagros no llegaba del viaje. También le aviso a María Ines la neonatologa para que llegara a recibir a mi bebé.
En la tercera contracción, apareció otra enfermera, muy copada y buena onda, que me ayudo a ponerme la bata, me dio un poco de agua porque así de repente se me secaron los labios y tenía muchísima sed, y me pidió que me subiera en la camilla,le dije que no, que hasta que no llegara la médica o la partera no me subiría, permanecería en la pelota para aliviar las contracciones. Por suerte en la cuarta contracción llego Valencia, el enfermero ya la había llamado por segunda vez diciéndole que yo comenzaría apujar.
Asique llego corriendo, me subí a la camilla y comenzó a suceder, el gran encuentro ya estaba descubriéndose.
Estaba convencida que el dolor pasaría, que Guille iba a ayudarme a superar estos malestares que realmente eran fuertes. Sabía que serían por un período y que al final se terminaría, entonces solo te quedas con este hermoso recuerdo de una linda experiencia y te dan ganas de volver a ser mamá.
En la primera contracción le vi la cabecita, fue muy dolorosa esa contracción, Valencia quiso romper con una tijera una membrana de la bolsa y le pedí que no lo hiciera, le dije que Guille sería capaz de eso… ¡Vamos Guille! dije, y pensé ayudala a mamá, le pedi a Dios que nos acompañara en este último esfuerzo.
En la próxima contracción, nacería mi bebé. De un lado Diego ayudándome y dándome la mano para hacer mejor la fuerza, del otro lado la enfermera, delante la partera Valencia haciendo su esfuerzo para contenerme y ayudarme en este maravilloso parto. El pediatra de guardia estaba a un costado. Y nosotras semi recostadas en un mini camilla de guardia, muy incómoda para ese momento.
“…Un poco más Vane…” dijo Valencia, le vi la cabeza afuera, los pelitos de color claro! Era el último esfuerzo y ya la tendría en mis brazos.
Y así fue, mi corazón exploto de alegría cuando te oí llorar, te bese, me enamore, te di el pecho enseguida!!
Le saque fotos con cada mirada, que guardare eternamente en mi corazón, le vi la piel muy blanquita, las uñas muy largas, su cuerpito lleno de grasita blanca, con líquido. La vi gordita, la vi hermosa y no podía creer lo rápido que había pasado todo. Después de un rato, en el que le di el pecho, la bese, la abrace, cortaron el cordón umbilical. Volvimos a separarnos para identificarnos como Mamá/bebe o bebé/mamá como nos sentiremos unos nueves meses más al menos, cuando logremos de a poco identificarnos, como personas distintas o “separadas”
Estaba convencida de la valentía de mi bebé y que iba a ayudarme en el parto, pero nunca imagine que sería así de simple, así demaravilloso, así de rápido…
Entonces como la mayoría de los relatos infantiles, tienen un final feliz, este no podía ser la excepción, a las 6.45 hs nacía Guillermina Baez y unos minutos después llegó María Inés la neonatologa, ahora pediatra de cabecera.
También llego la médica que me hizo un par de puntos. Y ahí también lo vi a mi papá, que lo dejaron pasar, estábamos aun en la guardia de la clínica porque todo fue veloz y nunca llegamos a quirófano.
Todo fue tan rápido, tan hermoso y único, que no nos dio tiempo a subir, tampoco el papá pudo ponerse el ambo y ni los médicos llegaron antes de que Guille nos sorprendiera.
María Inés y Diego se llevaron a la gorda a neonatología, para controlar que estuviera todo bien, yo me quede en la guardia con la médica, terminando las curaciones. La abuela Dorita (mi suegra) entro para ayudarme a subir a la silla de ruedas y así poder pasar a la habitación. Un ratito después ya estamos todos en la habitación .Guille, yo, tu papá, tu abuela paterna y tus dos abuelos.
El día se hizo largo en la clínica, Guille durmió mucho y con el papá no nos cansamos de mirarla y enamorarnos. Por la tarde recibimos solo visitas de los familiares.
Vino a la clínica la hermana mayor Amelie. La abuela Marta la cambio y la puso muy linda para este primer encuentro y cuando vio a la gordita ahí, acostadita en la cuna, tapadita y dormida se asombró por su pequeñez que pero dijo que era muy linda. Trato de ayudar a papá a cambiarle el pañal y quiso que yo le diera el pecho.
Tenerlas a las dos juntas, mis fieles compañeras durante todo el embarazo fue lo más hermoso que me paso en la vida, una nueva vida llegaba a nuestro hogar a contarnos una hermosa historia.
El lunes 29 de octubre, nos dieron el alta muy temprano, asique nos vinimos a casa de la abuela Marta a buscar a tu hermana Amelie. La sorprendimos en la cama los tres juntos cuando fuimos a despertarla.
Ahora contamos una historia de a cuatro, todos felices y contentos, vivimos de manera tranquila y emocionada la llegada de la más pequeña del hogar.
Relato escrito por Vanesa Huecke, mama de Guillermina
Algunas fotos que me han regalado las familias
gracias a todas las familias que me han reglado estas fotos de momentos compartidos