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Foto del escritorLali Zurzolo

Antojos, mitos o realidad???


En las consultas recibo muchas veces escondido entre risas y reclamos a sus parejas el tema de los antojos. Me cuentan que necesitan salir corriendo a comprar helado, chocolates, ciertos alimentos que nunca habían probado o que nunca le gustaron, o que se despiertan a la madrugada a comer a escondidas.

Y cuando comenzamos la consulta y me cuentan cómo estuvo la semana aparece el tema de algún antojo.

Les cuento que hay tres posibles escenarios con respecto a este deseo.

Podemos asociarlo a la ansiedad, que se manifiesta en el embarazo, a cambios hormonales o de origen nutricional.

Siempre les digo que nada que manifieste el cuerpo es un capricho, si aparece hay que observarlo y además resolverlo de la forma más saludable.

Si el origen es emocional, estamos más ansiosos de lo normal, podemos hacer ejercicios, hacer actividades de expresión corporal o arte, exteriorizar lo que sentimos, armar red sino la tenemos para compartir.

También puede ser hormonal, cuando impacta en nuestro cerebro lo hace en un punto cercano al gusto y al olfato, por ende activa esos sentidos, y provoca sensación de comer.

Y a veces tiene un origen nutricional, las deficiencias nutricionales también son manifestadas por el cuerpo.

Es muy común en el embarazo, que al pasar un par de horas sin comer, nuestro cuerpo genere la urgencia de alimentos, y entre el cansancio y la falta de azúcares en sangre necesitamos algo dulce. Si ocurre de vez en cuando no sería un problema, pero si esto nos está alterando nuestra salud debemos comentarlo con nuestro médico.

Sabemos que hay muchos hábitos alimenticios que pueden ser nocivos en el embarazo, es por eso que nos van a derivar con un nutricionista para poder estar atentos.

La presencia del nutricionista en el embarazo ha tomado mayor espacio estos últimos años, los últimos avances sobre la microbiota materna para un futuro más sano para nuestros hijos, ha tenido un gran impacto en la obstetricia. No dejemos de asesorarnos para que nuestro cuerpo se encuentre lo más saludable posible para darles un buen comienzo a nuestros hijos.

Además debemos estar muy atentos a los antojos nocivos, como ser deseo de comer hielo (que parece inofensivo y mayormente en el embarazo es por la inflamación de lengua y puede lastimar nuestros dientes), papel, arcilla, tierra, esto es parte de un trastorno que debe de atenderse.

Por eso es fundamental aunque parezca gracioso o incómodo contarle al equipo de salud nuestros comportamientos alimenticios o “antojos”, para poder identificar cómo pueden acompañarnos mejor.

No se juzguen, recuerden que nada de lo que nos manifiesta el cuerpo es un capricho.


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